25.4.07

Un fenómeno paranormal

Decididamente comenzar un nuevo año lectivo me está sirviendo MUCHO para conocer nuevas cosas... a pesar de que las clases en si sigan siendo tan aburridas como siempre... pero bueno, escuché alguna vez, o leí, no me acuerdo, que para que algo cambie, algo tiene que mantenerse estable, haciendo de soporte, de base sobre la cual cambiar. Bueno, parece que este es el caso, porque el embole en sí de la facultad es el mismo de siempre, peeeeeeeeero, creo que este mismo embole me están haciendo particularmente atento a estupideces que nada tienen que ver con lo que estudio... pero que al menos me hacen divertir un poco.

Resulta que hace un rato, en un teórico de "Ética, Psicología y RRHH", tuve la oportunidad de encontrarme con un fenómeno fuera de lo normal...si, incluso para ocurrir dentro de la facultad de psicología, donde el 99.9% somos anormales buscando una solución viable para nuestros problemas personales.
Decía, que me encontré con un fenómeno (tomado en sentido amplio, no solo como "hecho", sino también como denotando grositud, onda cuando decís "qué fenómeno este tipo"), decía, un fenómeno que podría tranquilamente calificar de paranormal. Ya se estarán preguntando "¿Bue, hermano, lo decís o no? ¿qué es tan groso que hacés tanto preambulo?"...
Bueno, les cuento: una mujer con voz lejana... Esa no se la esperaban eh. ¿Alguno se imagina qué carajo puede ser una mujer con voz lejana? Literalmente, una mujer que cuando habla, pareciera que está lejos (si, así de groso fue... toda una experiencie les digo, eh)... A ver, cómo lo explico... Imaginen que se disponen a hablar con una persona, se acercan a ella, le dicen "hola", o lo que sea, y cuando esta persona responde, sorprendentemente, ven que su boca se mueve, pero el sonido que sale de ella es similar al que escucharían si esta persona estuviese a media cuadra, gritándoles... O sea, el tema no es que hablara bajito... no, no es eso: el tema es que el tipo de resonancia de la voz en sí, era el de una voz lejana, en el sentido material de la palabra. Todavía no logro entender muy bien lo ocurrido realmente.
La cosa es que yo estaba sentado más o menos por el medio del aula mayor de la sede Independencia de la Facultad de Psicología (referencia para que el que conozca, se pueda ubicar), y de un momento a otro, alguien hizo un comentario a la profesora, y en estos casos, yo siempre suelo mirar a la persona que está hablando (reflejo de orientación)... automáticamente, giré mi cabeza hacia un costado... nada... hacia el otro... nada... hacia atrás... ¡nada!... Cuando me dispuse a mirar finalmente hacia delante, pude ver que la profesora tenía su vista clavada unos pocos metros delante mío, unas cuatro filas adelante, en la misma línea que estaba yo sentado. Ahí pude divisar entonces una figura robusta, de espaldas, con pelo color rojo/rosa/caboa, no se, esos colores raros que se meten las sras. antiguas, y sorprendentemente, el cráneo de esta figura, se movía al son de las palabras... Ahí comprendí, no sin algo de desconfianza, que era ella quien hablaba... Pero sus repetidas intervenciones durante el correr del resto de la clase, me hicieron convencerme de que, efectivamente, era ella quen hablaba en 5.1... Lo que es la tecnología, viejo.

Ahora, sigo tratando de explicarme este extraño fenómeno... y ahora, así al revoléo se me ocurren 2 opciones...

1. Gracias a que yo me encontraba sentado en el medio del aula, la acústica del lugar benefició mi percepción de sonido envolvente y lejano.
2. No me di cuenta y la tipa esta tenía un micrófono como el de la profesora y la estaba escuchando por los parlantes.

Y ahora, que estoy pensando tan profundamente, se me ocurre una 3era opción, que a la vez me sugiere una recomendación.

3. Tengo problemas auditivos, y debo urgentemente sacar turno para el médico.

Si existe entre uds. algún experto en cuestiones de sonido, espero una aclaración a esto por favor! Toda colaboración será bien recibida... sobre todo si apunta a que yo escucho bárbaro, que no es mi problema, que ¡Ibarra tiene la culpa, y que el Estado debe pagar!

hasta la próxima.

22.4.07

"Alas, poor Yorick! I knew him, Horatio; a fellow of infinite jest, of most excellent fancy."

El otro día llegué a un teórico en la facultad (para variar llegué tarde),y en cuanto me senté, mi compañero del lado izquierdo (a la derecha estaba la paré')me pasó un pequeño papelito con un texto de título "Divorcio". Vi que habían repartido varios por toda el aula, así que, luego de leerlo rápidamente, decidí quedármelo. Acá les dejo el texto,a tenerlo en cuenta loco:

Divorcio

Un sistema de desvínculos: para que los callados no se hagan preguntones, para que los opinados no se vuelvan opinadores. Para que no se junten los solos, ni junte el alma sus pedazos.
El sistema divorcia la emoción y el pensamiento como divorcia el sexo y el amor, la vida íntima y la vida pública, el pasado y el presente. Si el pasado no tiene nada que decir al presente, la historia puede quedarse dormida, sin molestar, en el ropero donde el sistema guarda sus viejos disfraces.
El sistema nos vacía la memoria, o nos llena la memoria de basura, y así nos enseńa a repetir la historia en lugar de hacerla. Las tragedias se repiten como farsas, anunciaba la célebre profecía. Pero entre nosotros, es peor: las tragedias se repiten como tragedias.

Eduardo Galeano


Es muy loco, y a la vez no: habla de la disociación, pero no disociación natural, sino la de cosas que, por el contrario, naturalmente vivieron y deberían vivir juntas, convivir: Ser juntas. Pero sobre todo, creo que tiene que ver con un "no-permitir ser"... El tema principal me parece que es que, no solo el sistema, sino cada uno de nosotros (como la manifestación más clara del sistema en el que vivimos,y al que culpamos de Ser), cada persona, cada momento, cada "cada", solemos disociar, perdón, buscamos con toda nuestra fuerza, disociar, prohibimos terminantemente la asociación natural de las cosas, de todo... y aunque este "todo" suene muy amplio, en realidad es algo muy concreto y acotado: nuestro Ser. (una vez más disociación: todo, amplio / Ser, concreto y acotado) Pero... ¿Qué es TODO para cada uno si no lo es el propio Ser?

Divorcio, separación, disociación, exclusión; como cada uno quiera llamarle, es en definitiva siempre lo mismo: separar el Ser de lo que se quiere Ser... de donde surge la ya tan conocida pregunta existencial que se hace Hamlet sosteniendo la calavera de Yorick, el bufón: "¿Ser o no Ser? esa es la cuestión". Ser uno en esencia, o no Ser, ser otra cosa, distinta a la esencia... pero que muestra -aunque disfrazada- la esencia en todo su esplendor... la hoja que en definitiva, dice todo acerca de la planta... el individuo que en definitiva, dice todo acerca del sistema.
Y no es casual que Hamlet se haga esta pregunta sosteniendo la cabeza de un bufón, de un personaje, de un payaso, en definitiva.

Volviendo al texto de Galeano (del que en realidad nunca me fui), lo que me resultó más curioso, no es el hecho de que hable de este "no-permitir Ser",sino que el texto mismo me dejó en, geneneral, una doble sensación (disociación): un contenido triste y desesperanzado... pero un texto hermoso y que de alguna manera, da esperanza, da ganas de seguir... Un texto que por un lado, nos dice que las tragedias se repiten como tragedias, y nunca podrán repetirse como otra cosa... porque son tragedias... Pero también, nos dice que se repiten como tragedias... únicamente en el caso de que se repitan.

Recordemos, que donde hay disociación, hubo antes unión... y en lo que a uniones se refiere, es la naturaleza -no el sistema- la más sabia.

hasta la próxima.

20.4.07

Miedo a ser feliz - Apéndice 2: Validación bibliográfica

Resulta que ayer, luego de una muy fuctífera sesión de análisis, y cayendo en ciertas cuestiones relativas a que en muchos aspectos soy un zapato, me puse a buscar info acerca del tema, para ver qué medios posibles tengo para intentar dejar de ser un zapato, o al menos, ser uno o 1/2 talle menos.
La cosa es que encontré un artículo MUY INTERESANTE (y sobre todo muy catártico... siempre y cuando tenga uno la capacidad, o al menos un poco de ella, como es mi caso, para reconocerse en algún lado también cuando ese "algún lado" no habla bien de uno), decía, encontré un artículo muy interesante acerca del miedo a la pareja, al compromiso. Alguno se preguntará (o no) "¿y por qué mierda lo anexa al miedo a ser feliz? En realidad es simple la rta: porque cuando hablé del miedo a ser feliz, todo el trasfondo era en realidad el miedo a ser feliz...en el amor, en la pareja, o si se quiere, en todo el plano afectivo...
Bueno, la idea de este post, no es seguir hablando yo, sino pegar algunos fragmentos copados de dicho artículo... De todas maneras voy a dejar el link al mismo para quien quiera leerlo completo, y por otro lado, para que vean que no recorté según mi conveniencia, sino según la relevancia que cada parte me supuso. Ahí les va:

El miedo al compromiso tiene como fondo el temor a la entrega, el miedo al amor y sus implicancias. Es muy difícil entregarse verdaderamente.
Cuando nos entregamos estamos en carne viva, sentimos intensamente y nos acercamos al más preciado tesoro: ser queridos incondicionalmente.

(...)

Llegar al bienestar de la intensa conexión que da la verdadera entrega inaugura la posibilidad de la pérdida de ese bienestar y así aparece el miedo. Este temor se representa en dos miedos básicos que aparecen en las relaciones íntimas: el miedo al abandono y a la invasión. Son temores que traemos desde nuestras primeras relaciones significativas y que la vida de pareja actualiza y aviva. Allá lejos, cuando éramos niños aparecieron nuestras primeras frustraciones, es así que sufrimos las primeras sensaciones de no ser queridos a la manera que necesitamos, o de no sentirnos valorados lo suficiente. De la misma manera, según el comportamiento de nuestros padres, quizás hayamos sufrido el temor a ser invadidos emocionalmente. En cualquier caso buscamos los recursos para defendernos. Así creamos una "personalidad". La personalidad puede ser vista como un intento de defendernos del dolor del abandono o del temor a la invasión. Es una construcción que crea estrategias para ser queridos o para no ser invadidos según sea el caso. Pero esa personalidad es una coraza defensiva que nos aleja de lo que sentimos, de nuestras necesidades, en definitiva, de nuestro ser. La personalidad es frágil, es la que siente miedo a la entrega y si bien nos ayuda a funcionar en ciertos terrenos, en las relaciones íntimas puede convertirse en un freno que nos impide el contacto verdadero con el otro cuando, sin darnos cuenta, crea conductas que evitan la entrega ya que «si no me entrego no estaré sujeto a pérdida o a invasión alguna». La personalidad «nos defiende» de esa posibilidad con una estructura estable y predecible. En ciertos aspectos parece una ventaja tener una «personalidad estable» pero esa fortaleza y seguridad se va transformando en rigidez y temor a ser desestabilizado... Y el amor nos desestabiliza, el amor da miedo porque no escucha nuestros razonamientos, sigue su propio camino, no lo podemos controlar, «perdemos la cabeza». Podemos escuchar al amor, podemos seguirlo, pero no podemos dominarlo. Cuando nos abrimos a él lo hacemos a la posibilidad de perderlo. Es así que el compromiso, la entrega al amor, nos enfrenta a nuestra vulnerabilidad. Hay mucho miedo a la vulnerabilidad, peleamos constantemente con ella, y vivimos añorando la invulnerabilidad (...) Si tenemos la fortaleza de reconocernos vulnerables dejamos de estar asustados y preocupados por lo que pueda pasar sino que nos entregamos blandamente a lo que la vida nos trae, porque en definitiva la vida pasa por donde ella quiere y no por donde nosotros la quisiéramos hacer pasar. En nuestra sociedad se confunde vulnerabilidad con debilidad, cuando en realidad se necesita mucha fuerza para reconocer que somos vulnerables.

Entre el abandono y la invasión
Es interesante observar la dinámica de la pareja cuando uno de ellos sufre el miedo a la invasión y el otro sufre el miedo al abandono(...).

El miedo al abandono es tan profundo, genera tanta ansiedad que a veces puede elegirse la soledad antes que someterse a él. Cuando los sufrimos no queremos separarnos del otro y solemos reclamar por su lejanía y su falta de entrega demostrando lo entregados que estamos nosotros, sin embargo, muchas veces no hay una verdadera entrega por parte de quien teme ser abandonado. Los movimientos de acercamiento hacia el otro no siempre son sinónimos de entrega. Cuando se intenta poseer, prevenir o directamente invadir no hay entrega verdadera al otro, hay entrega cuando se acepta lo que hay(...). Existe verdadera aceptación cuando el corazón le dice sí al otro tal cual es. Cuando eso sucede aparece esa confianza básica que permite desarrollar la capacidad de espera confiando que el otro se acercará y esta apertura y confianza es siempre contagiosa. De todos modos si tenemos que enfrentar las señales que indican que eso no ha de suceder necesitamos confiar que podremos transitar el inevitable dolor.

El miedo a la invasión, por su lado, es el temor a dejar de ser uno mismo, hay una necesidad tan grande de satisfacer al otro que se posterga el propio deseo. Esta es una situación típica en los hombres que necesitan proveer, satisfacer y hacerse cargo del bienestar del otro (...) Y la preocupación por satisfacer el deseo del otro puede invadir de tal manera que dejemos de ser nosotros mismos.

Saliendo del círculo
En el caso del miedo a la invasión el camino que propongo es tolerar el disgusto del otro, poner límites y perder el miedo a decir que no. A veces esto implica trabajar con la omnipotencia ya que uno piensa que pueden resolver todos los problemas del otro. Sucede que uno no tiene el poder necesario para resolverle la vida al otro, no somos los dueños de su felicidad, especialmente cuando hablamos de antiguas heridas internas.
En cuanto al miedo al abandono se hace necesario desarrollar la confianza y la capacidad de espera, confiando que el otro estará allí. En el fondo del miedo al abandono está la sensación de no ser querida/o como uno necesita, de no ser valorada.

Es necesario no enojarnos con lo que nos pasa. Los miedos que se instalan son muy profundos. Cuando hay amor, porque estamos hablando de ese caso, cuando el amor está, no se trata de que los «hombres son fóbicos» o que «las mujeres son insoportablemente ansiosas» para citar algunos dichos bastante frecuentes. Estos juicios ubican a cada uno en el lugar de la «mala persona» cuando lo que hay detrás es un temor al dolor que suele ser mucho más intenso de lo que sospechamos. Son dolores que tocan en lo más profundo del ser humano y cada cual se protege a la manera que aprendió alguna vez, con la distancia, con la no entrega, con la desconexión o con la presión o la exigencia de determinadas pautas en la relación.

Cuando entramos en el juego del amor nuestro corazón tiende a entregarse pero nuestra personalidad, que teme perder su seguridad, tiende a evitar la entrega, para no verse cara a cara con toda nuestra humana vulnerabilidad. Duele descubrir que el amor no tiene una ruta definitiva y que en ese camino también podemos resultar heridos, por eso buscamos afanosamente que ese dolor nunca llegue, por eso aparece el miedo al compromiso que es, en definitiva, el miedo a asumir la propia vulnerabilidad.

Por: Silvia Salinas
Lic. en Psicología de la UBA - Coautora del libro «Amarse con los ojos abiertos»


Y, Si se leyeron todo esto, y llegaron a esta línea, me gustaría agregar algo que sale de mi experiencia (y mi gran inteligencia, claro está), y me viene bien mechar con este texto que pegué recién:
Las posiciones del que tiene miedo al abandono y el que tiene miedo a la invasión se invierten constantemente, es decir, de un momento a otro el que temia el abandono pasa a temer la invasión y viceversa,hay alternancia dependiendo el momento.

Tengo mi teoría acerca del por qué de esto... pero si sigo acá, no termina más. Para el que lo pueda entender, me basaría en el concepto de "madre suficientemente buena" de Donald Winnicott... Autor del cual también tomaría el concepto de "falso self" al hablar de la "personalidad" que habla el artículo, esa "personalidad" que no es más que una carcaza, una coraza, una defensa, y que se manifiesta por el miedo a la invasión y el miedo a ser abandonado. ¿qué les parece la idea?

La buena noticia: TIENE ARREGLO :)

La mala noticia: Muchas veces, generalmente diría, sobre todo en las personas en las que hay una mayor presencia del miedo a ser invadidos, esta "posibilidad de arreglar las cosas" es tomada, sécamente, como no viable:"Las cosas son así, están así, y no tienen arreglo"
A veces ocurre que cuando de golpe están en el lugar del que teme ser abandonado, logran ver las cosas desde el otro lado, aceptando la posibilidad de "cura"... Pero aceptar esta posibilidad, implica, como bien dice el artículo, mostrarse vulnerable... Porque, aceptar que se puede cambiar, es aceptar varias cosas: Que el Ser tiene alguna "falla", algo que podría ser mejor si fuera de otra manera; Que no es tan estable como lo pintaban, y por lo tanto "debe cambiar", y por ende, si algo esta "mal", y para colmo "puede ser cambiado", es decir "manipulado para que esté mejor" ¿qué surge? VULNERABILIDAD: Reconocerse fallado (Lacan decía "la falta en Ser"), da cuenta de que uno es vulnerable... entonces... mejor no lo mostramos y seguimos como estábamos hasta ahora, que así estábamos bien ¿no? Porque si me invadís me dejás al descubierto... y eso no está para nada bien.
¿Y si ya es tarde, si ya te conozco, si ya te descubrí? "Que parezca un accidente"

Links al artículo completo (está en varios sitios)
http://www.lacapital.com.ar/2005/04/03/mujer/noticia_183642.shtml
http://www.buenasiembra.com.ar/salud/psicologia/miedo_pareja.htm

hasta la próxima.

15.4.07

Nuevo tema: Preview

Acá les traigo en exclusiva, la letra (que aun puede ser modificada), de un tema en el cuál estoy trabajando últimamente, y que aun no tiene nombre... Me adentro de a poco en el terreno de los temas largos, con partes, etc... Que después nadie se banca porque duran mil años...

La música también está ya ideada, pero en pre-producción (?)

En fin, espero que disfruten la letra... dejen sus comentarios. Ahí les va:

1. Vacuidad

“No… no vale la pena hablar de esta forma
No… ya sé lo que dije, y no era la posta
No… vos sos la razón de mi muerte y mis dramas
No… es tarde, no importa qué digas o hagas”

“No… siento culpa y me amoldo a tus peticiones
No… eso es lo que me pasa, esas son mis razones
No… en el fondo de mi Ser te rechazo
No… mi piel se cae a pedazos”

“no va más, no va más
ya no va a funcionar
no te quiero escuchar
no me importa explicar...
no va más, no va más
no me importa cambiar
me da miedo escucharte…
ya no te quiero lastimar”

2. Escape

Hay que sostener con explicaciones
Con la referencia a los propios errores
Y empieza otra etapa, plagada de dudas
La excusa es certeza, es ajena, es por culpa

Dice “castigo”, dice “obligación”
Y “no es lo que quiero, fue solo por vos”
Dice “te hice daño y ahora te premio”
Dice “no tengo derecho a mis sueños”

Dispara de a una todas las razones
Que se amontonan en contradicciones
Repito por culpa, amo por rencor
Extraño por deuda, odio por amor…

Dice “te extraño pero no es amor”
Y “no es lo que quiero” y “me muero sin vos”
Dice “te hice daño y ahora me arrepiento”
Dice “no tengo derecho a tus sueños”

3. Feedback

Temores perdidos y siempre presentes destruyen tu vida
Te dejan inmóvil, te cierran los ojos, no ves la salida
Sentís que te atan y aprietan la soga y tu cuello no aguanta
Te tiran, te empujan, te cansan, te ahogan, te cortan las alas

No hay nada de afuera que pueda crear o quitarte esos miedos
Sos vos quien elige y vos quien se queda bien atada a ellos
La libertad es solo un sutil estado del alma, solo hay que sentir
Tu mente te engaña y es lo único real que se impone y te amarra

4. ¿El momento de la Verdad?

Y crece de a golpes, con fuerza imparable
Tu pecho se infla y tu mente se abre
Un brote de llanto, sincero, bien hondo
“Te extraño… te amo… ¡más allá de todo!”

5. El principio del fin – El fin de principio

Y nace de tus entrañas (Luego te arrepentirás)
Y aunque lo intentes no para (Quizás sea la verdad)
Es tu corazón el que habla (Sería bueno escuchar)
Ya la razón no es tu ama (Con eso podría bastar)

¿Al fin será este el día…
y ya te vas a quedar?
¿Esto es el fin del principio…
o el principio del final?