Ah, siendo recién las 19:43 de la tarde, quedando aun un largo trecho para terminar el día, las cirscunstancias de la vida ya me han hecho ver, casi sorpresivamente, cuestiones básicas pero importantísimas para la supervivencia en este mundo plagado de mierda, no una vez, sino que que la misma cuestión se me presentó en momentos y situaciones totalmente distintas DOS veces... Para aclarar muchas cosas.
A veces uno tiene miedo... miedo de ser lastimado, miedo de morirse, miedo de que se muera alquien a quien queremos: miedo, simplemente. El miedo, todos lo sabemos, de algún lado sale. Uno no le tiene miedo a las arañas simplemente por ser arañas... sino que posiblemente haya en algún momento de la vida vivido alguna situación desagradable relacionada con las arañas, o que lo remitieron a estas, o haya visto algo shokeante, etc. Pero algo tuvo que ocurrir con las arañas para que estas luego den miedo. Lo mismo con todo.
Entonces, el miedo no es "de que ocurra algo feo", sino "de que vuelva a ocurrir algo feo, que cuando ocurrió nos hizo realmente mal".
Es miedo a revivir una situación realmente desagradable.
Primero, hablando con un amigo del alma, hermano diría, vimos algunas cosas...
Uno de los miedos más grandes que existen está relacionado al amor: el miedo a que la persona que amamos, por la que estamos dispuestos a dar todo, nos haga daño, nos lastime.
Esto nos puede llevar a actuar de distintas maneras, dependiendo la persona, la situación, la causa de este miedo... etc. Y, si bien pueden ser maneras de actuar bien distintas, con todas buscamos una sola cosa: evitar correr riesgos.
Hay gente que lastima al otro para prevenir ser lastimado primero por aquel (estar a la defensiva), otros simplemente prefieren no dar lugar a la oportunidad de ser lastimados rehuyendo a la oportunidad de siquiera comenzar a amar... otros, simplemente buscan adaptarse una y otra vez a los gustos del otro, a lo que el otro quiere de uno, dejandose a uno mismo de lado, no prestando atención a lo que UNO MISMO busca y siente; como si de esta manera, al estar dentro de las pretensiones del otro, haber sido elegido por el otro, nos asegurara la permanencia en su corazón.
Así, perdemos de vista nuestros deseos, nos conformamos con estar con la persona que "gusta de nosotros" en sus propios términos, perdiendo nuestra subjetividad.
Es una simple defensa.
Una segunda cuestión, una escena de una película, me llevó a un poco por ahí confirmar esta situación:
Veia la película de Stewie, de "padre de familia"...
Resulta que este bebé, que es bastante hijo de puta, tiene un accidente tratando de mantar a otro nene, muriendo él por unos minutos, y cayendo en infierno. Luego despierta, vivo aun, y se promete que partir de ese momento será una buena persona, para no irse al infierno que tanto miedo le causó.
Comienza a hacer "cosas buenas", a tratar bien a la gente, a ser amistoso con el perro, etc... pero esto no dura mucho, ya que el perro descubre que está fingiendo.
Stewie se deprime, y piensa si habrá alguien igual a él en algún lugar del mundo, que lo entienda: justo ve por la televisión a un tipo idéntico a él. Piensa que debe ser su verdadero padre y decide ir en su búsqueda.
Logra encontrarlo, y ete aquí que este no es su padre, sino él mismo, pero del futuro... Estaba vacacionando en la época de Stewie bebé.
El tema es que Stewie al enterarse de esto, no puede entender cómo no era el Rey del mundo, como nadie lo adoraba: vivía solo en una pocilga, tenia un laburo de mierda y en sus 35 años, aun no había tenido sexo.
Ete aquí que el Stewie grande le cuenta al bebé, que según su analista, desde aquél accidente en el que se fue al infierno por unos minutos, eligió correr cada vez menos riesgos, llegando a quedarse totalmente solo, por no arriesgarse a darse, a entregarse, a jugarse, ni por él mismo ni por nadie.
Esto nos pasa a veces en el amor: elegimos no correr riesgos, no entregarnos... porque ¿y si lo doy todo y me lastiman? ¿si lo doy todo y me lo roban? Ahí si que quedaríamos en la ruina total...
Lo más cómico de todo es que para mantener nuestra subjetividad como propia, no hacemos más que entregarla al miedo, limitarnos hasta lo imposible. No atreviéndonos a sentir, a vivir, a decir...
A veces hacemos todo lo contrario: damos todo, sentimos todo, vivimos todo, decimos todo... nos entregamos por completo... Pero al final... es por lo mismo: tenemos miedo de perder, de ser lastimados.
Unos se recluyen, otros se entregan 120%....
Cuando se encuentran dos corazones así, uno que no corre riesgos, que se cierra totalmente, y el otro, que los corre todos, pero sin darse cuenta, sin medir consecuencias, entregándose totalmente... cuando este encuentro se hace patente, el choque es muy grande, y la gente sufre.
¿Hay alguna solución? yo creo que si... Creo que amar y ser amado a la vez es lo más lindo que puede pasarle a una persona(a dos), y por eso me parece estúpido tirar a la basura el amor por simples miedos inocuos.
Creo también que el amor se trata de ceder: a veces es bueno que el que se recluye entregue un poquito más, para ayudar al que entrega todo a creer en sí mismo; y que el que entrega todo, baje un poquito los humos, para no asustar al que se recluye.
"Amar es dar lo que no se tiene", dice Jaques Lacan.