22.4.07

"Alas, poor Yorick! I knew him, Horatio; a fellow of infinite jest, of most excellent fancy."

El otro día llegué a un teórico en la facultad (para variar llegué tarde),y en cuanto me senté, mi compañero del lado izquierdo (a la derecha estaba la paré')me pasó un pequeño papelito con un texto de título "Divorcio". Vi que habían repartido varios por toda el aula, así que, luego de leerlo rápidamente, decidí quedármelo. Acá les dejo el texto,a tenerlo en cuenta loco:

Divorcio

Un sistema de desvínculos: para que los callados no se hagan preguntones, para que los opinados no se vuelvan opinadores. Para que no se junten los solos, ni junte el alma sus pedazos.
El sistema divorcia la emoción y el pensamiento como divorcia el sexo y el amor, la vida íntima y la vida pública, el pasado y el presente. Si el pasado no tiene nada que decir al presente, la historia puede quedarse dormida, sin molestar, en el ropero donde el sistema guarda sus viejos disfraces.
El sistema nos vacía la memoria, o nos llena la memoria de basura, y así nos enseńa a repetir la historia en lugar de hacerla. Las tragedias se repiten como farsas, anunciaba la célebre profecía. Pero entre nosotros, es peor: las tragedias se repiten como tragedias.

Eduardo Galeano


Es muy loco, y a la vez no: habla de la disociación, pero no disociación natural, sino la de cosas que, por el contrario, naturalmente vivieron y deberían vivir juntas, convivir: Ser juntas. Pero sobre todo, creo que tiene que ver con un "no-permitir ser"... El tema principal me parece que es que, no solo el sistema, sino cada uno de nosotros (como la manifestación más clara del sistema en el que vivimos,y al que culpamos de Ser), cada persona, cada momento, cada "cada", solemos disociar, perdón, buscamos con toda nuestra fuerza, disociar, prohibimos terminantemente la asociación natural de las cosas, de todo... y aunque este "todo" suene muy amplio, en realidad es algo muy concreto y acotado: nuestro Ser. (una vez más disociación: todo, amplio / Ser, concreto y acotado) Pero... ¿Qué es TODO para cada uno si no lo es el propio Ser?

Divorcio, separación, disociación, exclusión; como cada uno quiera llamarle, es en definitiva siempre lo mismo: separar el Ser de lo que se quiere Ser... de donde surge la ya tan conocida pregunta existencial que se hace Hamlet sosteniendo la calavera de Yorick, el bufón: "¿Ser o no Ser? esa es la cuestión". Ser uno en esencia, o no Ser, ser otra cosa, distinta a la esencia... pero que muestra -aunque disfrazada- la esencia en todo su esplendor... la hoja que en definitiva, dice todo acerca de la planta... el individuo que en definitiva, dice todo acerca del sistema.
Y no es casual que Hamlet se haga esta pregunta sosteniendo la cabeza de un bufón, de un personaje, de un payaso, en definitiva.

Volviendo al texto de Galeano (del que en realidad nunca me fui), lo que me resultó más curioso, no es el hecho de que hable de este "no-permitir Ser",sino que el texto mismo me dejó en, geneneral, una doble sensación (disociación): un contenido triste y desesperanzado... pero un texto hermoso y que de alguna manera, da esperanza, da ganas de seguir... Un texto que por un lado, nos dice que las tragedias se repiten como tragedias, y nunca podrán repetirse como otra cosa... porque son tragedias... Pero también, nos dice que se repiten como tragedias... únicamente en el caso de que se repitan.

Recordemos, que donde hay disociación, hubo antes unión... y en lo que a uniones se refiere, es la naturaleza -no el sistema- la más sabia.

hasta la próxima.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando Hamlet dice el ser o no ser no esta cogiendo una calavera. Eso ocurre en otra escena.
Lo de la calavera resulta ser una leyenda urbana que se encuantra bastante extendida.


No se quien eres pero el blog esta bien

besos

Víctor Spinelli dijo...

Ana, gracias por la aclaración!
De todas maneras, independientemente del contenido y contexto, la pregunta por el Ser, es la pregunta por la esencia, y no pierde en ningún caso el peso adjudicado: En todo caso, Hamlet se pregunta, durante toda la obra, mediante su vacilación continua, si es realmente Hamlet, el principe de Dinamarca, hijo del Rey muerto, a quien debe vengar (que quede claro que me refiero a su identidad en tanto simbólica), y si es tan solo un impostor, que pivotea continuamente entre los deseos de los demas (su madre, su padre muerto, su tio). Efectivamente, Hamlet logra reubicarse, encausar SU deseo, y actuar acorde a él en el momento en que, gracias a la muerte de Ofelia, se vuelve sobre su identidad y al grito de "soy Hamlet, el principe de Dinamarca", se lanza sobre el cajón de su bienamada.

Saludos, y te vuelvo a agradecer por la aclaración.

Victor