1.3.06

Lo peor de lo peor

La base de la vida está armada por preguntas, preguntas existenciales, porque implican, apuntan a buscar una respuesta sobre la existencia del propio individuo... Claro que nunca llegan a ningún lado.

Hoy yo me pregunto ¿qué es peor, que un ser querido muera o que nos abandone?
La verdad que al principio una pregunta no se me presenta como otra cosa que un dilema, como irrespondible... sin nombrar el horror que siento al escucharme pronunciarla.
Sin embargo luego de una segunda mirada, surge algo bastante evidente:
Cuando un ser querido muere, simplemente desaparece del mundo, por igual para todos y cada uno de los que lo rodean, y a partir del momento en que esto ocurre, a pesar del dolor que esto pueda ocasionar, no se abriga esperanza alguna de que este ser querido o amado, vuelva para estar al lado de unos u otros. De movida se debe uno comenzar a resignar. No hay vuelta atrás, y eso es un hecho.

En el caso del abandono, las cosas son algo distintas:
En parte podemos decir que "simplemente desaparece del mundo", porque algunas veces así es, de un momento para otro simplemente desaparece dejándonos desoncertados y destrozados de un único y certero golpe en medio del corazón, pero a partir de acá, comienzan las diferencias: En este caso, ese ser querido, tan solo desaparece de nuestro mundo, tan solo abandona a una o varias personas, pero no a todas por igual. El dolor puede ser o no igual del caso de la muerte, pero lo cierto es que el solo hecho de que ese ser aun exista, física y emocionalmente, causa la esperanza de su regreso. El solo hecho de saber que está para otros como si nada hubiese ocurrido, de saber simplemente que está, que existe, que vive, no puede hacer otra cosa que despertar la esperanza de que alguna vez esté nuevamente de y a nuestro lado.

Si me preguntan, creo que prefiero la 1era opción a la primera. Creo que es peor el abandono, la indiferencia, el desprecio, que la muerte. Porque por otro lado, el abandono, la indiferencia, el desprecio, es la más de las veces elegido voluntariamente por la persona; pero la muerte, la muerte es en sí misma ella, y nada tiene que ver la persona allí... incluso en el suicidio: ya que una vez muerto, nadie ni nada puede decidir ya nada.

De esto me surge otra pregunta, pero ya en relación directa a mí mismo: ¿que nos queda cuando lo único que nos importa, lo único que nos hace seguir adelante y brinda su apoyo, lo único por lo que moriríamos, lo único que realmente apreciamos nos abandona, nos es indiferente, nos desprecia? en este caso ¿es peor vivir o morir?

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